jueves, 18 de abril de 2013

El origen del amor, o Platón y John Cameron Mitchell

¡Cómo nos gusta la pervivencia del mito en la modernidad y la post-modernidad! Tanto es así que, amén de una serie de borradores que pronto verán la luz, o eso espero (entradas que continúan aquella serie sobre el mito de Electra y Orestes en la actualidad), me veo obligada moralmente, ¡compelida!, a escribir hoy aquí acerca de...  ... del origen del amor. Alguno que me conozca bien dirá con razón "¡vaya, ya se ha puesto ñoña!".

Pues sí, es lo que tiene la primavera. Y el Griego. Y la reciente participación en los Certámenes de traducción de Griego de la SEEC. Y el fin cada vez más próximo del curso, con todo lo que ello conlleva: la tensión de los exámenes, la selectividad, la despedida de mis queridos chicos de 3er bloque...

Y, si a todo ello le sumamos Platón, el Banquete y el mito del Andrógino, que el grandísimo Aristocles puso en boca de un no menos grande Aristófanes, es posible emocionarse ya hasta extremos insospechados. De eso va esta entrada: de amor. Se ha hablado mucho sobre eso, y el tema resulta inagotable (¿habría literatura de no ser por el amor, en sentido amplio, en todas sus variantes?). Pero una de las impresiones más duraderas, aun cuando el mundo en general no lo sepa, es la que nos dejó el mito del Andrógino, relatado, como decimos, por Aristófanes (se trata de un recurso, claro está) en la obra de Platón. Desde hace unos días, va ya para dos semanas, tengo la suerte de compartir con mis alumnos la descripción del tercer γένος de seres humanos que, dice el mito platónico, existía antaño, además de lo simplemente femenino o simplemente masculino. Me conmueve la finura de estas palabras:

ἔπειτα ὅλον ἦν ἑκάστου τοῦ ἀνθρώπου τὸ εἶδος στρογγύλον, νῶτον καὶ πλευρὰς κύκλῳ ἔχον, χεῖρας δὲ τέτταρας εἶχε, καὶ σκέλη τὰ ἴσα ταῖς χερσίν, καὶ πρόσωπα δύ' ἐπ' αὐχένι κυκλοτερεῖ, ὅμοια πάντῃ· κεφαλὴν δ' ἐπ' ἀμφοτέροις τοῖς προσώποις ἐναντίοις κειμένοις μίαν, καὶ ὦτα τέτταρα, καὶ αἰδοῖα δύο, καὶ τἆλλα πάντα ὡς ἀπὸ τούτων ἄν τις εἰκάσειεν. ἐπορεύετο δὲ καὶ ὀρθὸν ὥσπερ νῦν, ὁποτέρωσε βουληθείη· καὶ ὁπότε ταχὺ ὁρμήσειεν θεῖν, ὥσπερ οἱ κυβιστῶντες καὶ εἰς ὀρθὸν τὰ σκέλη περιφερόμενοι κυβιστῶσι κύκλῳ, ὀκτὼ τότε οὖσι τοῖς μέλεσιν ἀπερειδόμενοι ταχὺ ἐφέροντο κύκλῳ. ἦν δὲ διὰ ταῦτα τρία τὰ γένη καὶ τοιαῦτα, ὅτι τὸ μὲν ἄρρεν ἦν τοῦ ἡλίου τὴν ἀρχὴν ἔκγονον, τὸ δὲ θῆλυ τῆς γῆς, τὸ δὲ ἀμφοτέρων μετέχον  τῆς σελήνης, ὅτι καὶ ἡ σελήνη ἀμφοτέρων μετέχει· περιφερῆ δὲ δὴ ἦν καὶ αὐτὰ καὶ ἡ πορεία αὐτῶν διὰ τὸ τοῖς γονεῦσιν ὅμοια εἶναι. ἦν οὖν τὴν ἰσχὺν δεινὰ καὶ τὴν ῥώμην, καὶ τὰ φρονήματα μεγάλα εἶχον, ἐπεχείρησαν δὲ τοῖς θεοῖς...

"Era completamente redonda la apariencia de todos los seres humanos, pues tenían la espalda y las costillas colocadas a modo de círculo, y tenía cuatro brazos, y piernas en igual número, y dos rostros en un cuello circular, igual que lo demás. Y una sola cabeza con dos rostros colocados de manera opuesta, y cuatro orejas, y dos órganos sexuales, y todo lo demás como uno podría imaginarse por lo que digo. Caminaba erguido como ahora, a cualquiera de las direcciones que quisiera; y cuando decidía correr rápidamente, como los acróbatas saltan haciendo girar las piernas en círculo, se movían con rapidez apoyándose en las extremidades, que eran entonces ocho. Los tres sexos eran así: lo masculino en un principio era progenie del sol, lo femenino de la tierra, y el sexo con mezcla de ambos era partícipe de la luna, porque también la luna participa de ambos. Eran circulares ellos y su propia manera de caminar, pues son similares a sus progenitores. Y eran temibles en fuerza y vigor, y tenían ambiciosas aspiraciones, así que desafiaron a los dioses..."


Después de varios días peleándonos con la imaginación y mis dibujos en la pizarra, con tal de conseguir representarnos la apariencia que tendría el Andrógino platónico, recordé la existencia de la película (y antes musical de Broadway) Hedwig and the angry inch, dirigida y protagonizada por John Cameron Mitchell. En ella, un grupo de rock liderado por su protagonista Hansel / Hedwig, cuya búsqueda de su identidad y lucha por la supervivencia en un mundo no siempre amable narra el filme. Hace años, mientras cursaba el Máster de Teatro en la UCM, llegó a mi conocimiento este clip, con una de las escenas y canciones de la película, que compartí finalmente con dos de mis alumnas ayer y que dejo aquí como un regalo (que lo es). 

Sé que lo disfrutaréis. 




(Para mis chicos de 3K)

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